lunes, octubre 01, 2018

Exilio

Tus ósculos mudaron de sabor,
antes los recibía en los labios,
ahora en la mejilla elegida por Judas,
manifiesto desleal.

Así como huía de la ciudad
para encontrar amapola en el campo,
ahora dejo que las flores se marchiten
detrás de tu ventana empañada por el invierno.

Descubrí la fortuna de un ruin pirata,
a miles de kilómetros del litoral peruano,
pero ahora solo queda el cofre maltrecho,
desmantelado de pies a cabeza,
con pobreza infinita en los bolsillos.

El clima enajenado de la costa,
ha dejado a su paso enfermedad y tristeza,
como tu voz chillona
apagó las luces de mis aposentos
y secó los últimos tres pétalos de rosa
que teñían de color mi huerto pálido.

La luna dejó de caer porque paralizaste el cielo
y porque tus palabras calaron
en las montañas accidentadas.
Le quitaste la esencia a la flora de la amazonia
y la vitalidad de la fauna de nuestros andes.

Ya no me tocas con todos tus dedos
como toco un arpegio debajo de la aurora,
porque mi guitarra está quebrada
y yace en el suelo agonizando de dolor.

miércoles, julio 25, 2018

Anirak

El sol de junio te vio nacer,
en el crepúsculo de mis padres,
en el regazo del amor,
con los brazos de bebé robusto.

Anirak!
Explora y mira...

Sangre y confidente,
tu que demostraste ser luchadora
en el clima gélido y tropical,
en la tranquilidad y en la tempestad,
con pasos firmes cuando andas.

Anirak!
Explora y mira...

Eres flexible y estable a la vez,
como la plastilina que amasas cada día,
en las mañanas de primavera,
en el rincón de tus sonrisas.

Anirak!
Explora y mira...

No te aplicas anfetamina
para aventurar el frenesí de tu vigor;
por el contrario,
llevas plagado hipocretina
en los cabellos de niña.

Anirak!
Explora y mira...

Tu progreso cala en mi camisa,
en las tardes que culminan,
con una palabra de rima,
escuchándote la voz,
¿a quién no fascina?,
Eres mi mina.

Anirak!
Explora y mira...

Anirak!
Karina!...

domingo, julio 22, 2018

Alborada desdichada

El cielo se ha nublado,
no por el álgido invierno
sino porque te perdiste en el horizonte.

La lluvia comenzó a desatarse,
no por el colapso de las nubes
sino porque la atmósfera cayó en llanto.

El abrigo me presiona el pecho,
no porque lo tengo ceñido
sino porque mi corazón no quepa.

La mirada la tengo perdida,
no porque estoy desconcertado,
sino porque me atravesó una ráfaga.

Mis lágrimas son invisibles,
no porque soy inconmovible
sino porque perdieron volumen en la noche.

El suelo no está estable,
no porque falta cimentarlo
sino porque se derrumbó mi equilibrio.

Las sonrisas se desdibujaron del rostro,
no porque hay desconsuelo
sino porque la melancolía decolora mis labios.